¿Cómo hacer una mermelada de fresa casera?
La receta es muy fácil: corta las fresas en trozos pequeños, ponlos en una cazuela grande con azúcar y zumo de limón, calienta esta mixtura a fuego lento y espera. La mezcla se transforma en un líquido caramelizado donde flotan los trozos de fresa, que se deshacen poco a poco en una masa fluida. El olor que emana de la cazuela recuerda a una confitería… ¡es un verdadero encanto!
En las recetas tradicionales, se solía utilizar la misma cantidad de frutas y de azúcar, pero hoy en día se pone menos azúcar por un tema de salud, y así se nota más el sabor de las frutas.
La textura gelatinosa de la mermelada se debe a una fibra que se encuentra en la piel de las frutas, la pectina, que se convierte en gel cuando está calentada con el azúcar. Las fresas llevan naturalmente poca pectina, así que se compensa con un zumo de limón por kilo de fresa, los cítricos llevando mucha pectina. Incluso así la mermelada será ligeramente liquida, sobre todo si pones menos azúcar tal y como lo recomiendo, pero a mi no me importa porque es más fácil de untar así.
¿Cómo conservar la mermelada de fresa casera?
No es nada complicado pero hay de seguir algunos pasos sencillos al momento de poner la mermelada en los botes:
- Esterilizar los botes de mermelada antes de llenarlos, unos minutos en agua hervida.
- Rellenar los botes con la mermelada aún muy caliente, hasta lo máximo que se pueda en el bote para que no quedé mucho aire atrapado, o sea 5 mm bajo el tope, y sin derrame en la parte exterior del bote para garantizar la estanquidad.
- Cerrar los botes en seguida, y darles la vuelta para que enfríen con la tapa abajo. Así el aire se quedará atrapado al fondo del bote, y no tendrás moho.
Cuando abres un pote, tienes que escuchar el sonido «pop» que garantiza la hermeticidad del envaso.
Me gusta porque:
- Puedes adaptar la receta según tu gusto, mezclando varias frutas o disminuyendo la cantidad de azúcar, lo que permite sentir más el sabor de las frutas a la vez que la mermelada esté más sana.
- El olor de la mixtura cuando cuece es una maravilla, entre el caramelo y la fruta confitada.
- Puedes preparar de golpe una reserva de 5-6 botes, y tener mermelada de la fruta que te apetezca a lo largo del año.
Trucos:
- Se puede utilizar azúcar blanco como moreno según tu gusto. Personalmente elijo el azúcar moreno porque me gusta su sabor más fuerte.
- Como las fresas no se deshacen completamente durante la cocción, puedes mezclar el líquido con un batidor de mano antes de ponerlo en los botes. Así la mixtura está homogénea.
- Prepara la mermelada con frutas congeladas en lugar de frutas frescas si no es la temporada adecuada, es muy económico y la receta funciona muy bien así también, reduciendo la cocción a 30 minutos.
- Si prefieres tener la textura gelatinosa característica de las mermeladas, puedes incorporar pectina comprada en farmacia o por Internet a la mixtura.
INGREDIENTES PARA 5 BOTES
- 1,2kg de fresas
- 800g azúcar moreno
- 1 limón grande
Receta de la mermelada de fresa casera
- Quita la cola de la fresas, limpíalas y córtalas en dos o tres según el tamaño.
- Exprime el limón.
- Pon los trozos de fresa, el azúcar y el zumo de limón en una cazuela grande, y calienta a fuego lento durante 1 horas, mezclando de vez en cuando. Durante la cocción, se forma una espuma por encima de la mixtura.
- Al final de la cocción, apaga el fuego y quita la espuma con una espumadora.
- Mezcla la mixtura con una batidora de mano para que sea homogénea, y vierte la mermelada aún caliente en los botes esterilizados hasta el tope, sin dejar ningún derrame en la parte exterior del bote, para garantizar la estanquidad.
- Cierra en seguida los botes con una tapa y dales la vuelta con la tapa abajo. Deja los potes enfriar en esta posición.
La confitura se conserva en un sitio seco y lejos de la luz durante varios meses. Cuando abres un pote, tienes que escuchar el sonido «pop» que garantiza la hermeticidad del envaso.
¡Buen provecho!